martes, 23 de marzo de 2010


NOUVELLES, Salinger



- ¿Qué tal las clases?
- Normal, les puse una canción
-Ah, guay ¿funcionó?
-Pse
-Vaya toalla




Están bien. Algunos bastante bien. Los famosos y conocidos: "Un jour rêvé pour le poisson-banane", "Pour Esmé avec amour abjection". Nada que decir sobre ellos. Pero a mí los que más me han calado son aquellos en los que abundan los diálogos. En los que tienen menos a veces se nota su yo novelista, como en "L'époque bleu de Daumier-Smith". El último tampoco me gusta mucho. Un niño sabiondo de diez años que sabe mucho sobre la vida y la espiritualidad. Dan ganas de apalearlo, así que a lo mejor está conseguido.



Si están bien los cuentos de Salinger es porque son cuentos ni más ni menos. En general cuentan lo que tienen que contar, sugieren cuando tienen que sugerir, no pasa nada, y los diálogos son irónicos pero naturales. No es nada fácil escribir diálogos. Pero a los suyos se les pueden poner pocas pegas. En " Oncle déguinglé au Connecticut", las resonancias de Fitzgerald son claras. Pijas hablando sobre tonterías que se emborrachan:



- Écoute.Pourquoi l'as -tu épousé alors?- dit Mary-Jane
-Oh!, Mon Dieu! Je ne sais pas. Il m'a dit qu'il adorait Jane Austen.


Después de leer estás dos líneas ya sabemos mucho sobre lo que hay que saber o no saber. Lo mismo en "Jolie ma bouche et verts mes yeux", conversación telefónica trivial entre un hombre con pelo gris medio dormido y un borracho. Al final parece que se resuelve todo o no se resuelve nada.

La jeune femme se pencha pour l'aider à la ratrapper avant qu'elle ne brûle quelque chose, mais il lui dit de lui ficher la paix, pour l'amour de Dieux, et elle retira sa main.







viernes, 19 de marzo de 2010

Sí, Thomas Bernhard


- ¿Dónde estás?
- En la Picardía
- ¿y qué haces?
- Leo a thomas bernhard
-Vaya toalla
-Ya


He dicho voy a empezar a leer libros de otras latitudes, he dejado unos relatos de norteamericanos y he encontrado un PDF, de uno de Thomas Bernhard, entre el PDF, las parrafadas sin puntos ni respiros, sí, la vida es un coñazo, nos alegramos de que hayas encontrado a la Persa, sí, hay un coñazo hay que odiar el mundo y a la gente, eso cuando lo decía Rousseau en sus dos tochos de Confesiones (además en las confesiones se habla de libros que hay que leer con una sola mano, y de una tía a la que le falta un pezón), pues tenía su gracia, ahora, entrados ya los años 70, pues no sé, lo he dejado hacia la página veinte y algo; A lo mejor me estoy perdiendo algo importante,mejor y fascinante y un estilo original e irónico, mejor, a lo mejor no es el mejor sitio ni el mejor momento para leer mejor a Bernhard, da igual, deprimición.


"Durante años, todos mis esfuerzos por volver a salir de ese estado habían fracasado. Me despertaba y despertaba en medio de un completo hastío vital. Si había iniciado algo por la mañana, había sido sólo el mecanismo siempre igual de la incapacidad vital y del vital hastío, y no había podido pensar ya en ningún trabajo, ni el más pequeño, lo que sólo empeoraba, de día en día, mi deprimición. En lugar de poder trabajar, me sentaba durante días, durante semanas,durante meses ante mis escritos, sin poder hacer lo más mínimo con ellos. Me despertaba y me daba miedo esos escritos, y daba vueltas por la casa, primero daba vueltas por arriba, luego daba vueltas por abajo, y me entregaba a actividades cada vez más totalmente inútiles, que nada más me apartaban demi verdadero trabajo"